Julian F. Walker
En su carrera diplomática, que abarcó casi 40 años, ocupó diversos cargos en lugares como Dubái, Yemen, Catar, Baréin, Omán, Irak, Marruecos, Berlín Occidental, Irlanda del Norte, Líbano y Noruega.[4] En octubre de 1963 regresó nuevamente a Londres, y en 1968 fue designado como cónsul británico en Rabat (Marruecos).[20] Tras su jubilación, en 1993, Walker se retiró a una casa en el distrito Chiswick de Londres, aunque visitó en varias ocasiones Emiratos Árabes Unidos, para participar en conferencias y seminarios, concediendo algunas entrevistas a los medios de comunicación locales.[21] Durante el estudio de campo, tuvo que afrontar numerosas dificultades.[23][24] El calor del verano resultó ser otro obstáculo que dificultó mucho los viajes, obligando a trabajar con intensidad durante los meses más fríos del año, durante tres temporadas.