Sus obras se caracterizan por mostrar imágenes costumbristas del campo argentino, por el cual viajó en los años que estuvo en ese país.[1] Creció en su ciudad natal hasta los siete años de edad, cuando su padre decidió llevarlo a Francia, en 1830.[1] Tras un viaje a Río de Janeiro en 1848 arribó a Buenos Aires, ciudad donde se inscribió en la Academia de Bellas Artes, dirigida por Félix Emíle Taunay.En 1849 consiguió una beca que le permitió viajar en 1850 a Roma, donde continuó sus estudios en la Academia de Francia.[2] Radicado en la Argentina en 1855, realizó numerosos viajes por Chile, Brasil y Uruguay, hasta que partió hacia Francia en 1866.