Juan Ehlert

Además de haber tenido su propia orquesta, se destacó por haber musicalizado más de sesenta películas.[1]​ Llegó a la Argentina huyendo de la guerra europea y trabajó como músico.Algunos de quienes pasaron por su academia y por su orquesta llegaron a ser renombrados músicos, como por ejemplo Armando Pontier, Cristóbal Herreros, Héctor Stamponi y Enrique Mario Francini, estos dos últimos de la ciudad vecina de Campana.La mayoría se radicó definitivamente en esta ciudad y Juan Ehlert se convirtió en un exitoso musicalizador de filmes.[1]​ Por la película La orquídea la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina le otorgó el premio Cóndor Académico a la mejor partitura musical de 1951, por Dios se lo pague lo galardonó con una mención especial y por Nacha Regules le otorgó una distinción similar.