A pesar del debut, la siguiente campaña no tuvo oportunidades en el primer equipo, por lo que la temporada 1987/88 se marchó cedido al CE Sabadell.
Con los arlequinados pudo debutar en Primera División, jugando 30 partidos y marcando cuatro goles, que no evitaron el descenso.
La temporada 1989/90 fue fijo en el equipo titular de los castellanos, que lograron su primer ascenso a Primera División.
Al año siguiente, en la máxima categoría, perdió la titularidad, disputando únicamente 109 minutos, repartidos entre cuatro encuentros.
Fueron su últimos partidos en el fútbol profesional; tras jugar en Segunda División B con la UE Sant Andreu, terminó su carrera la temporada 1992/93 con el FC Santboià en Primera Catalana.