José Vilató Ruiz

José Vilató Ruiz (Barcelona 1916-París 1969) fue un pintor y grabador español conocido con el pseudónimo de J. Fín.Según su amigo el pintor Antoni Clavé, esas obras tenían un carácter surrealista que no estaba presente ni en sus obras anteriores ni posteriores, pero no se conserva ninguna, probablemente debido a la bomba que destruyó su estudio durante la Guerra Civil .Posteriormente será enviado a Tárrega, donde entablará amistad para toda la vida con Francesc Melich, que en el futuro editará sus grabados.En un primer momento, su obra adquiere un carácter surrealista con una serie de pinturas y grabados que denominó “Composiciones fafarreicas”, término inventado por el artista.1943 será un año clave para Fin, acabará el servicio militar y vuelve a Barcelona.Serán sus últimos momentos en Barcelona, ya que en otoño de 1945 será becado por el Instituto Francés junto a su hermano Javier y a Alberto Fabra y se instalará de forma definitiva en París.En la capital francesa, Fin recupera el contacto con algunos de sus amigos como Antoni Clavé, y se instala en La Ruche.La Ruche (en francés, la colmena) es un edificio de planta circular que desde principios del siglo XX acogía a diferentes artistas.Por allí habían pasado Fernand Léger, Amadeo Modigliani, Ossip Zadkine o Chaim Soutine, entre muchos otros.[4]​ Tal vez por ello, su pintura sufre un cambio brusco: se adentra en la abstracción, Lo hace con obras sobrias, con materiales pobres y muchas veces al carbón.En estos años, seguirá también con una intensa actividad como grabador presentando diversas exposiciones individuales de obra gráfica.Sin embargo, en el plano personal, meses después de esta operación conocerá a Colette Jacquemin que será su compañera hasta su muerte.[5]​ En los dos últimos años de su vida se verá obligado a guardar reposo durante horas diarias.Ha muerto joven, no tuvo tiempo de desarrollar en su pintura el gran talento que tenía (...)Era muy discreto.Pero tanto en pintura como en grabado dejó suficiente obra para que le tengamos en más alta estima artística”.Están aún por esclarecer y valorar no pocos aspectos del nacimiento de la abstracción en aquella posguerra.