Estudia en París, donde es alumno de Michel Jules Alfred Bréal y Abel Bergaigne; desarrolla un gusto por los estudios orientales.
Publica una tesis sobre la mitología del Avesta en la que decía que era la religión iraní del zoroastrismo era la que había tomado elementos prestados del judaísmo, (y no al revés, como muchos dicen).
[1] En 1877 fue nombrado profesor de idioma persa en la École des Hautes Études.
Se puede encontrar un éloge de James Darmesteter en el Journal asiatique (1894, vol.
519-534), y una nota de Henri Cordier, con una lista de sus escritos, en The Royal Asiatic Society's Journal (enero de 1895); además, merece leerse el artículo de Gaston Paris, "James Darmesteter," en Penseurs et poètes (1896), (pp.