Israel Roa

En 1928 se trasladó a la ciudad de Valparaíso con la idea de encontrar la inspiración en el paisaje y retratar los colores y escenarios del puerto con sus alrededores costeros.

Su estadía en esa ciudad, coincidió con los escultores chilenos Samuel Román y José Perotti.

Se desempeñó en el cargo hasta 1970, año en el que jubiló para dedicarse por completo a pintar.

Sintió atracción por las sensaciones primarias, por la vida instintiva ajena a elaboraciones intelectuales, por la materia y las cualidades sensibles de los objetos.

Se mantuvo siempre fiel a la búsqueda de los valores entrañables del ámbito chileno, como reveló su óleo "La tirana", donde se inclinó por una certera y escueta captación de lo autóctono.