La existencia de ambas mujeres se ve trastornada cuando los comunistas deciden rebelarse contra Francia.
Llega un joven marinero, Jean-Baptiste (Vincent Pérez) del que Eliane, como ya había sucedido con otros hombres, se enamora, pero lo mismo le ocurre a Camille cuando es salvada por él.
Jean-Baptiste envía el bebé a Eliane y, más tarde, cuando se le concede un día de libertad, les visita.
Eliane lo encuentra junto a su hijo con un agujero de bala en la sien y un revólver en el pecho.
La historia es contada por Eliane al hijo de Camille y Jean-Baptiste en un barco con rumbo a Ginebra 24 años después (1954).
Al final de la película llegan a la ciudad, en la que la señora Devries señala un hotel donde está alojada Camille.