Iglesia católica etiópica

Bermudes regresó a Etiopía en 1539 afirmando haber sido investido por el papa como patriarca de Alejandría.A requerimiento portugués, el papa designó en 1555 al jesuita João Nunes Barreto con el título de patriarca de Etiopía, y lo envió con dos obispos coadjutores y 8 misioneros jesuitas.En 1559 el nuevo emperador Menas le prohibió predicar y confinó a los misioneros.Su coadjutor, Melchor Carneiro, recibió automáticamente el título de patriarca, pero no viajó a Etiopía y renunció en 1581.La misión católica siguió establecida en Fremona, a dónde llegó el jesuita español Pedro Páez en 1603.En 1607 asumió como emperador Susenyos I, quien fue convertido por Pedro Páez, y en 1622 declaró al catolicismo la religión del estado.Su sucesor, Fasilides, restauró inmediatamente la Iglesia etíope, confinó a los jesuitas en Fremona, y pidió un obispo al patriarca copto de Alejandría.En los siguientes dos siglos Etiopía fue completamente cerrada a las actividades misionales católicas.En 1839 los lazaristas y capuchinos reasumieron la actividad misionera católica en Etiopía, aunque con ciertas limitaciones debido a la fuerte oposición pública.El rito latino se estableció en el sur de Etiopía en áreas que no habían sido cristianizadas y que fueron incorporadas al país al final del siglo XIX.La misión tiene un rector basado en Bromma y una asociación juvenil (Gheez-rit katolska ungdomsförening) en Estocolmo.
Berhaneyesus Souraphiel, arzobispo metropolitano de Adís Abeba.
Mapa de Etiopía con el territorio propio de la Iglesia católica etiópica (en verde).