[8] Guachichil es un vocablo náhuatl que significa gorrión; de kwāitl, ‘cabeza’ y chichiltik, ‘cosa colorada’ o ‘bermeja’.
El vocablo, con la conquista, derivó hacia los de: cuach-, guach-, o huach-, como se conoce hoy en día.
Algunos especialistas la han clasificado dentro de la familia yuto-azteca, que incluye lenguas como el cora y el huichol, aunque con claras diferencias.
Los registros son muy escasos y se limitan a unas pocas palabras de origen incierto, lo que impide una conclusión definitiva sobre su clasificación.
[13] Según estudios antropológicos efectuados en sus restos, se ha deducido que su estatura oscilaba entre 1.60 y 1.68 metros.
[14] Las costumbres de los guachichiles estaban relacionadas con la movilidad, la caza, la recolección y la participación en celebraciones comunales conocidas como mitotes.
Aunque tradicionalmente se ha considerado que los cazadores-recolectores del norte de México, como los guachichiles, eran nómadas, la evidencia sugiere que estos grupos establecían campamentos fijos durante largos períodos debido a la abundancia de recursos en la región, como las tunas y los mezquites.
Por lo tanto, solo consumían partes específicas del cuerpo humano en ocasiones especiales y de individuos muy singulares.
A mediados del siglo XVI, el descubrimiento de minas en Zacatecas en 1546 trajo consigo un aumento en los asentamientos y expediciones españolas en el territorio guachichil.
Hacia finales del siglo XVI, su población había disminuido considerablemente debido a la guerra, las enfermedades introducidas por los europeos y la esclavitud.