Honorato de Milán fue un obispo italiano, venerado como santo por la Iglesia Católica.
Posiblemente nació entre el siglo V y VI, en el seno de una noble familia milanesaː los Castiglioni.
Fue consagrado como arzobispo de Milán en 567, convirtiéndose en el 29° hombre en ocupar la sede.
En 569, fue interrumpida su regencia por la amenaza de los lombardos, dirigidos por el rey Albonio, quienes hostigaron a las poblaciones cercanas.
No se le ha canonizado oficialmente, sin embargo, la tradición de su culto es tan antiquísima, que se le considera santo, por la perpetuación de su memoria.