Holly Robinson

[1]​ En 2004 el cómic Catwoman ganó un GLAAD Media Awards por su representación positiva de Holly como un personaje abiertamente gay.

[3]​ Holly apareció por primera vez en Batman: año uno como una prostituta juvenil que vive con Selina Kyle.

En esta historia, Catwoman deja a Holly en un convento donde la hermana de Selina, Maggie, es una monja.

[4]​ Él abordó este número en Catwoman Secret Files and Origins #1 con una historia de dos páginas titulada "¿Por qué Holly no ha muerto?

Según lo establecido por Brubaker, Holly se había escapado de un hogar malo cuando era niña, para terminar en la calle.

Sin embargo, ella nunca se sintió del todo parte de ese mundo, y algunos años después abandonó el convento con Maggie.

Tras una serie de brutales asesinatos de niñas trabajadoras, Holly regresa al apartamento que ella y Selina habían compartido en "Año Uno", y encontrar que Selina ha regresado, se reunió felizmente con su amiga.

Roch, donde se revela que Selina y Slam Bradley habían ubicado a su hermano Davey.

Aunque Holly escapa, es atrapada en vídeo administrándole una paliza brutal al Hombre Ángulo.

Holly logra salvar a la chica, pero no antes de ser desenmascarada en el webfeed en vivo.

Ella, sin un hogar y a la fuga por el asesinato de Máscara Negra, recibe un lugar para alojarse por una misteriosa mujer que lleva una estola o túnica que lleva el nombre de Atenea.

Holly es una ex prostituta infantil que fue entrenada en artes marciales por Selina como una forma de mantenerla a salvo.

Holly termina matando a 237 terroristas, después de lo cual Selina elige asumir la culpa por sus crímenes para protegerla.

Batman descubre esto, pero Holly lo ataca y logra huir del país antes de que pueda detenerla.

Ella ha aprendido sigilo, atletismo, hot-wiring, abrir cerraduras, robar, acrobacias y las artes marciales de Selina.

Ted Grant la entrenó en una forma de kick-boxing adaptado para el uso urbano, así como boxeo.

Mientras poseía estos poderes, era una excelente tiradora, y tenía la capacidad de rastrear a las personas por su olor.