Después de arreglárselas y eliminar sus clones, se encuentra con el Dr. Ort-Meyer a quien finalmente asesina.
Al salir del hospital, años después, se encuentra en un monasterio en Sicilia (Italia), amigo del Padre Vittorio y habiendo decidido dejar el mal para hacer el bien.
Todo parece ir bien hasta que un día, unos mafiosos irrumpen en el monasterio para secuestrar al Padre Vittorio sin razón aparente alguna.
Después de arreglárselas con sus matones, enfrenta a Sergei Zavorotko, quien fue el secuestrador original y lo asesina, salvando la vida del padre Vittorio, finalmente comprendiendo que no encontraría la paz que busca en un lugar así, deja el monasterio y vuelve a la Agencia.
Finalmente, evade los cuerpos policíacos y la ICA le proporciona un avión en el cual logra escapar.
Sigue cumpliendo misiones para la ICA variadas y en diferentes lugares, hasta que termina la última que es asesinar al vicepresidente de los Estados Unidos y a Mark Parchezzi III en la Casa Blanca para evitar el asesinato del presidente.
En su funeral, Diana le entrega sus emblemáticas pistolas y despierta del estado en el que estaba solo para asesinar a todos sus enemigos que estaban reunidos en ese lugar.
Diana le encarga que sobre todas las cosas cuide a Victoria (la chica).