La historia literaria, siempre en evolución, establece por comodidad una periodización por siglos, y destaca con mayor particularidad ciertas corrientes artísticas y a ciertos creadores de obras destacadas, aunque los poetas han sido numerosos en todas las épocas.
Se diferencian de otro gran género literario medieval: la poesía lírica, cuya lengua esta vez es el occitano.
Los poemas líricos de la Edad Media son verdaderas canciones: sus estrofas corresponden a una frase musical y siempre hay un estribillo presente.
Los orígenes de la poesía lírica se pueden encontrar en los cantos y bailes populares.
Más espontáneos y naturales al principio, en general los poemas evolucionan hacia formas fijas: la balada, el canto real, el rondeau, el virelai.
El rasgo más general es la diversidad de temas: poesía amorosa, filosófica, religiosa, burlesca, etc.
Esta búsqueda de novedad se concretará también por la "invención" del poema en prosa con Aloysius Bertrand (1807 - 1841) en Gaspard de la nuit, publicado póstumamente en 1842, donde se nos introduce en un mundo onírico, y que inicia una forma que retomarán más tarde Baudelaire y Rimbaud.
Asociando la preocupación formal en sus poemas cortos (o más que cortos) y el realismo (Une charogne, Tableaux parisiens...) a la expresión de una angustia existencial que se reparte entre el Spleen y el Ideal (Harmonie du soir, La cloche fêlée, La Mort des pauvres...), supo lograr una "alquimia poética" ejemplar destilando Las flores del mal en su obra publicada en 1857 (condenada parcialmente por atentado a las buenas costumbres), que contiene este verso revelador: "Tu m’as donné ta boue et j’en ai fait de l’or".