Otras naciones en el pasado otorgaron títulos de héroe y algunos países siguen haciéndolo aún hoy.
El título de héroe no sólo se entregaba a las personas físicas.
Las doce ciudades soviética galardonadas fueron Minsk, Smolensk, Kiev, Odesa, Moscú, Leningrado, Tula, Sebastopol, Kerch, Múrmansk, Stalingrado y Novorossiysk.
Tras este evento, durante el que las quince Repúblicas que formaban parte de la Unión se disgregaran en naciones individuales, cada una de ellas, en diferentes momentos, comenzó a entregar sus propios títulos, órdenes y condecoraciones.
Algunas, como Estonia, Lituania y Letonia, no conservaron el título de héroe para sus ciudadanos.
Sin embargo, otras como Rusia, Bielorrusia y Ucrania mantuvieron sus propios títulos de héroe.
El criterio para entregar la condecoración permaneció igual en estas naciones, y en la mayoría un mismo galardón premiaba tanto las acciones heroicas como los grandes logros laborales.