Terminó los estudios mercantiles y no se consagró a la literatura hasta cumplidos los treinta.
[2] Trabajó un año en una compañía de zarzuela de esa misma ciudad, pero no le gustaba la vida farandulera y dejó esa profesión.
Recomienda los antiguos valores familiares y las virtudes castellanas.
Entre otras, destacan La pecadora, 1914 y El misterio del hotel, 1928.
También fue autor de comedias (Un beneficio, 1920 y Pilar Guerra, 1920, que luego adaptó en forma de novela y fue llevada al cine en dos ocasiones: en 1926, dirigida por José Buchs, y en 1941 por Félix de Pomés).