En lo que a poblaciones naturales se refiere, es extremadamente común en forestas no intervenidas, es común encontrarla naturalizada en zonas cultivadas (cafetos entre otros), así como es abundante en áreas verdes urbanas en donde incluso puede crear grandes colonias.
tipo) son con distancia las más comunes (Behar, n.d; Guzmán, 1991 y 1993; Pupulin, 2005; Salazar, 1990; Withner, 1995) La especie posee un labelo lanceolado que puede tener o no pequeñas líneas o manchitas que en conjunto crean patrones radiales de color púrpura, siendo la primera posibilidad en diversas gradaciones lo más usual (Guzmán, 1993).
Sin embargo en cultivo se puede reportar cierta variabilidad, o incluso más de una floración anual.
Sin embargo existen zonas muy húmedas, sombreadas y calurosas dónde las plantas pueden rondar los 60-80 cm, en estos casos no es inusual que los pseudobulbos sean trifoliados, o que su inflorescencia supere los 3-11 flores para alcanzar hasta un máximo de 30 flores idénticas en forma, color y tamaño (4 a 5 cm).
Siguiendo la misma orografía de la sierra madre la especie se adentra en El Salvador y Honduras hasta alcanzar el lado Caribe en ese último país.
Puede crecer en su ambiente natural desde sujeta a mucha luz, extremos de temperatura y temporadas de sequía apreciables, pasando por zonas bastante sombreadas, húmedas y calurosas, hasta zonas más temperadas.
Aunque la especie se muestra como muy adaptable, al punto en que se encuentra abundantemente en una muy amplia distribución geográfica norte- sur que incluye en muchas zonas diversas desde el lado Caribe hasta el lado Pacífico centroamericano a una gran variedad de pisos de altitud, se puede decir que es una especie ligada a la influencia climática del océano Pacífico, lo que fácilmente se puede observar por la ausencia de la especie en Belice y Yucatán, así como su ausencia en las cordilleras Orientales de la Sierra Madre Mexicana, es decir, en zonas orientales ya muy searadas de la influencia climática pacífica.
El único testigo presencial hace referencia a que las flores de las “colonias” costarricenses difieren en ser rojo-anaranjadas en vez del mucho más usual naranja-amarillento en esta especie.
El fenómeno de autopolinización (cleistogamia y autogamia) en Guarianthe aurantiaca, se refiere a la fecundación de la flor aún no abierta, pero con las partes florales reproductivas ya maduras, o a la flor ya abierta, sin que medie agente polinizador externo.
Sin embargo debemos acotar que el fenómeno de autopolinización en G. aurantiaca eventualmente puede presentarse en cultivo en plantas saludables cuando ellas son sometidas a estrés prolongado, esto último seguramente ocurre por el rostelo relativamente pequeño en una columna igualmente pequeña.