Gridiron Gang

Camp Kilpatrick es, como ya se ha mencionado, un centro de detención de delincuentes juveniles con múltiples problemáticas sociales, que derivan en que estos cometan crímenes siendo los más comunes el asesinato y la violencia pandillera.

La película comienza mostrando una noche dentro de Camp Kilpatrick, con los internos durmiendo y con el supervisor Malcolm Moore (Xzibit) ocupado en sus asuntos, cuando uno de ellos, llamado Roger, envuelve su puño en un cubre almohada y sin motivo aparente, comienza a golpear al que duerme al lado suyo.

Después llega a La caja un trabajador del establecimiento correctivo llamado Sean Porter (Dwayne "the Rock" Johnson), camina hacia donde está Roger y, tras pegarle con una revista enrollada, le pregunta el motivo de su desacato, a lo que éste responde que su víctima estaba faltándole el respeto a su pandilla, los 88.

Una vez en libertad, camina por una calle con su primo, de nombre Willie Weathers (Jade Yorker).

Willie caminaba junto con su novia, Danyelle (Jurnee Smollett-Bell) a su lado cuando dos miembros de su pandilla, en bicicletas, llegaron y les informaron que la pandilla rival, los 95, robaron una bicicleta del hermano pequeño de un pandillero.

Ambos llegan a una cerca de alambre y Willie logra pasar hacia el otro lado, pero su primo no corrió la misma suerte y fue brutalmente atropellado contra la cerca, cuando se disponía a treparla, falleciendo instantáneamente.

Su madre rompe a llorar mientras su hermanito queda perplejo ante la situación, y llega la policía para arrestarlo.

En ese marco Willie descubre, justamente, a un pandillero rival, Kelvin (David Thomas) con quien nunca llegaría a pelear, pero las tomas muestran que lo que existía entre ellos no era precisamente camaradería.

Mientras, Malcolm y Sean recorren la ciudad buscando escuelas secundarias que deseen jugar contra ellos, pero la tarea resulta difícil dada la condición de asesinos y pandilleros de su plantel.

El juego comienza con los Mustangs en un elevado estado anímico y logran recuperar un balón en el primer oportunidad, pero la situación se da vuelta rápidamente y terminan siendo demolidos por los de Barrington, quienes les ganan con un aplastante marcador de 38 a 0.

Al día siguiente Sean va a visitar a su madre en el hospital, quien padece una grave enfermedad terminal y tras contarle lo acontecido, su madre le responde que trató a sus jugadores exactamente como su padre solía hacerlo con él, lo que claramente muestra una sensación reprimida durante tantos años, que ese día la expulsó de la peor forma.

Al día siguiente mientras el equipo entrena para su siguiente encuentro, Sean se aparece con el uniforme del equipo para desafiar a Willie, ya que este tiene un problema de no aceptar el fracaso y que en los partidos tiende a ser interceptado por los jugadores rivales y perder la compostura, para ello Sean le pide que lo derribe y cruce la línea donde se encuentra y que si lo logra se ganara su respeto, pero si se rehúsa todos los demás pensaran que es un cobarde, ante esto Willie acepta el reto.

Finalmente el partido por un pase a la final, era nuevamente contra Barrington, pero con una gran diferencia de los Mustangs que para este momento eran otro equipo y completamente distinto al del comienzo de la liga, con un plantel extremadamente unido y fortalecido.

Ahora con la moral más elevada, estos se animan a volver al campo y lograr hacer lo imposible juntos, regresando incluso anímicamente mejor que antes de jugar el partido.