El objetivo de las GSE es aumentar la disponibilidad y reducir el costo del crédito a los sectores específicos hacia los que van dirigidas: agricultura, financiamiento de vivienda y educación.
Los títulos de deuda que emiten las GSE para financiar sus operaciones cuentan con el respaldo implícito del Gobierno de los Estados Unidos pero no son deuda directa gubernamental.
Esto ha permitido que los emisores de deuda en el mercado primario aumenten el volumen de sus préstamos y vean disminuido el riesgo que conllevan los préstamos individuales.
Esto es en parte debido a una "garantía implícita" basada en la percepción de que el gobierno no permitirá que estas instituciones, por su importancia para la economía del país, quiebren o declaren una moratoria de su deuda.
[4] Dicha garantía se puso a prueba durante la crisis de las hipotecas subprime, cuando en septiembre del 2008 el Gobierno estadounidense, antes que permitir su quiebra, rescató a estas empresas y las colocó bajo su tutela directa.