Nacido en Georgia, pasó su juventud en Batumi con su padre, cirujano de hospital, su madre maestra de ciencias naturales y su hermano, dos años mayor que él.
A su llegada a París, pudo hacer realidad su sueño y, finalmente, creó joyas y objetos decorativos de metales preciosos para distintas galerías de arte.
De raíces en la cultura bizantina, después de su traslado a París, tomó el catolicismo y es un apasionado del arte cristiano primitivo, el románico y el arte gótico.
Hombre de muchas culturas, desde 1986, tiene permanece muy actividad en el campo del arte contemporáneo y el arte litúrgico.
Su carrera está marcada por los encuentros con personalidades tan diversas en la URSS, como Vladímir Vysotski, Sergei Parajanov y Merab Mamardashvili o más tarde, François Mathey, François Mitterrand, Edmond Jabes, Balthus, Gao Xingjian o Juan Pablo II.