[3] Por último, existen rodillos que consiguen efectos de picado similares a los del gotelé,[2] e incluso se pueden utilizar técnicas caseras, como aplicarlo con una escoba.
Una tercera opción consiste en colorearlo en masa con tintes añadidos a la mezcla, siempre y cuando el tono buscado no sea excesivamente fuerte.
Para eliminar el acabado grumoso del gotelé sin necesidad de retirar físicamente el material, existen pastas específicas que cubren la textura inicial.
Si la pared es de ladrillo y está pintada con pintura al temple, se puede rascar con una espátula previo humedecido del soporte.
En este caso, una buena opción que no daña las paredes es utilizar un decapante para pintura plástica y revestimientos.