Los glucosinolatos (también denominados tioglicósidos) son S-glicósidos en los que la glicona es b-D-tioglucosa y la aglicona es una oxima sulfatada.
[1] Son compuestos naturales del metabolismo secundario de las plantas, principalmente presentes en las Brassicas.
Se hidrolizan por las enzimas mirosinasas (Rodman 1981[2]), para dar lugar a los isotiocianatos, que constituyen las moléculas activas.
De entre todas las brassicas, el brócoli es la que aparece con mayor frecuencia en estudios científicos mostrando efectos antiproliferativos celulares (Moreno et al., 2006).
[5] Algunos glucosinolatos, como la progoitrina presente en la colza, al hidrolizarse dan lugar a productos goitrogénicos (es decir antitiroideos).