La mitad norte del país está dominada por la cuenca del río Volta, que desemboca al sudeste y ocupa el 45 por ciento de la superficie total de Ghana.
Su altitud máxima es el monte Djebobo, de 876 m. Al oeste, la cuenca del Volta está limitada y franqueada por una serie de colinas y mesetas, entre ellas la meseta de Kwahu, que se dirigen hacia el noroeste formando una especie de embudo, en cuyo extremo, a unos 80 km de la costa, se construyó en los años sesenta la presa de Akosombo, que dio lugar a un inmenso embalse conocido como lago Volta, que ocupa 8500 km² y se extiende hacia el norte por el valle del río Oti y hacia el noroeste por los valles del Volta Blanco y el Volta Negro.
Esta región, conocida como Ashanti, produce cacao, minerales y madera.
[3] Uno de sus ríos, el Birim, afluente del Pra, ha dado nombre a una era geológica, el birimiano, y a un tipo de rocas que ocupan el inmenso zócalo proterozoico que se extiende por Costa de Marfil, Guinea, Malí y Burkina Faso, y que en esta zona es rico en diamantes.
En cambio, en el extremo occidental, desde la frontera con Costa de Marfil hasta el cabo Tres Puntas, las lluvias, más duraderas, alcanzan los 2000 mm.
En las zonas más desérticas, entre febrero y abril, las temperaturas pueden bajar hasta los 10 °C.
[6] A pesar de no ser un país excesivamente lluvioso, Ghana está drenada por numerosos ríos.
La meseta de Kwahu, que separa la cuenca del Volta, es el origen de varios ríos que discurren hacia el Atlántico, especialmente el Pra, con sus afluentes, Ofin, Anum y Birim.
Con la excepción del río Todzie (267 km), que confluye cerca de la desembocadura, los demás desembocan en la inmensa cuenca del lago Volta: el río Afram (100 km), procedente de la meseta de Kwahu por el oeste; el río Oti (520 km) forma frontera con Togo antes de unirse al lago Volta por el este; los ríos Atacora, Sene, Daka y Pru desembocan en el lago, así como el Volta Negro, al oeste, que recibe al río Tain, y el Volta Blanco, por el norte, que recibe a los ríos Kulpawn y Volta Rojo.
[9] En 2010, la IUCN reconocía, entre parques y reservas protegidas efectivamente, ocho, que cubrían 7.888 km², el 3,3% del territorio.