Ilizárov descubrió que cortando cuidadosamente un hueso sin cortar el periostio alrededor de este, se podía separar las dos mitades del hueso ligeramente y este crecería para llenar el espacio residual entre las dos mitades.
[2] También descubrió que el rebrote del hueso se da a un ritmo bastante uniforme en todas las personas y las circunstancias.
[1] En 1980, el fotógrafo italiano Carlo Mauri viajó a Kurgán exhortado por un amigo ruso para ser tratado por Ilizárov debido a una fractura de tibia que se resolvió incorrectamente después de un accidente en esquí, veinte años atrás.
Ilizárov separó la rígida disyunción en la tibia por 2 centímetros, curando la pseudoartrosis, y finalmente alargó la pierna.
Posterior a esto, Ilizárov fue invitado para participar como expositor en una conferencia en Italia en 1981.