Gato y Mancha[1][2] fueron dos caballos criollos argentinos que marcharon desde Buenos Aires, Argentina hasta Nueva York, Estados Unidos, guiados por el suizo Aimé Félix Tschiffely.
Su propietario, Emilio Solanet, se los había comprado al cacique tehuelche Liempichún en Chubut.
El amor a su jinete está reflejado en sus cariñosas palabras:
El viaje se desarrolló en 504 etapas con un promedio de 46,2 km por día.
Durante el viaje cruzaron varias veces la Cordillera de los Andes y fue en esos cruces donde mayores dificultades encontraron.
Se bajó en la entrada de la estancia, lanzó un silbido y al momento se le acercan al trote Gato y Mancha.
Aimé Tschiffely, en tanto, siguió viajando por la Patagonia, España e Inglaterra, pero siempre volvió a la Argentina.