Gabriel Fernández Álvez

Gran influencia ejercen sobre él los magisterios de Antón García Abril y Carmelo Bernaola.

El Cuarteto nº 1 para instrumentos de cuerda es considerada su primera obra importante.

Siete años más tarde volvería a trabajar con el Trío Mompou (entonces compuesto por Juan Luis Jordá, Pilar Serrano y Luciano González Sarmiento) en Concierto Elegíaco (1990), un triple concierto con violín, chelo y piano como solistas más cinta magnética, dos trompetas entre el público- algo que provocó gran revuelo en el estreno-, percusión y cuerda.

El compositor intentó conservar la música de la zarzuela instrumentándola y componiendo la mayor parte del libreto de Picón, intentando "no caer en fisuras estilísticas", según declaraciones que recogió El País.

En el Conservatorio Teresa Berganza, donde impartió clase en los últimos catorce años, se le recuerda como un gran profesor y un profesional de gran altura, difícil de reemplazar.