Francisco Lobato del Canto (Medina del Campo, España, hacia 1530, hacia 1589[1]), fue cronista de su villa y estudioso de la mecánica, considerándosele un técnico importante de su tiempo.
[2] Dejó escrito un códice "para acordarse" y "porque lo sepan sus hijos", que abarca desde el año 1547 hasta el 1585.
En él se recogen sus dos pasiones: Medina del Campo y la mecánica.
De su pasión por la mecánica dejó, en el códice que de él se conserva, información sobre diversos pozos que se construyeron, acompañados del dibujo correspondiente.
Ello constituye un valioso legado sobre la ingeniería y tecnología de búsqueda y encauzamiento de aguas en la España del siglo XVI.