Francisco Hernández-Rubio

Realizó buena parte de sus trabajos en la región andaluza, especialmente en Jerez de la Frontera.

Tuvo una formación muy ecléctica y en sus inicios estuvo muy ligado al arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, con el cual colaboraría en la restauración del Monasterio de La Rábida.

[1]​ Desarrolló buena parte de su labor profesional en Jerez de la Frontera, donde fue autor de varias viviendas y edificios.

En su haber estuvieron la reconstrucción de la plaza de toros (1894) o la reforma del palacio de Villamarta (1923).

En Huelva fue autor de trabajos como la Casa Muñoz (1909) o la Casa Antonio Guijarro (1910),[1]​ mientras que en la provincia de Santander fue autor del proyecto de la casa del Duque de Almodóvar del Río, cuya construcción se desarrollará entre 1899 y 1902.