Se convirtió en un pintor especializado en escenas de batalla y llegó a ser tan conocido en su época que su célebre hermano Giacomo era a menudo recordado por su parentesco con il famoso pittore.
Esta fama, muy extendida por las cortes europeas del siglo XVIII, se desvaneció empero tras su muerte de forma casi completa.
Pasó después al taller del escenógrafo y pintor vedutista Antonio Joli, quien trabajaba asiduamente para los dos teatros que pertenecían a la familia Grimani, los ricos patricios que a la prematura muerte del padre de los hermanos Casanova habían asumido su protección.
Es de una sensibilidad ya poderosamente prerromántica, y la violencia y el carácter dramático de estas escenas han provocado que se hayan atribuido (falsamente) a su discípulo Loutherbourg.
Casanova conoció también un gran éxito como autor de cartones para tapices y tisúes que representaban paisajes rurales.