Fredaldo, Fredardo o Frézal (f. Banassac, 828), fue un obispo franco, gobernó la diócesis de Gévaudan[1] y, según un texto legendario, fue un mártir.
También según la leyenda, el santo habría arrastrado la cabeza, arrancada, hacia atrás hasta el lugar donde le hubiera gustado ser enterrado.
Sin embargo, esto nos diría que la sede episcopal no estaba en ese momento en Mende, sino en La Canourgue, ya que unos buenos cuarenta kilómetros separan a Mende del lugar de descanso de San Fredardo.
[5] Su tumba es un sarcófago romano reutilizado y se encuentra en la capilla de San Fredardo, del siglo XII, en La Canourgue.
Un texto nos informa que "el cuerpo del santo obispo fue hallado íntegro, fue llevado sin esfuerzo hasta la puerta pero fue imposible sacarlo por más esfuerzo que se hiciera, y de ello fueron testigos un gran número de personas".