Fluido oleohidráulico

Se puede definir como la resistencia interna que ofrecen entre sí las moléculas al deslizarse unas sobre otras.La viscosidad depende fundamentalmente de la naturaleza o base del lubricante (nafténica, parafínica, mixta, etc.), como también de la temperatura y la presión, siendo estos dos últimos parámetros los que más afectan al aceite.En todos, el tiempo de caída de una determinada cantidad del fluido a testear, multiplicado por la constante del aparato, proporcionará directamente la viscosidad en grados Engler, segundos Saybolt, segundos Redwood, etc.Se denomina así a la temperatura en la que los vapores de la superficie del fluido se inflaman al contacto con una llama, y que desaparece al retirar la llama.Este caso suele ser raro en fluidos hidráulicos, pero frecuente en aceites de motor.A esta temperatura se le denomina punto de niebla (cloud point).No obstante, todos los buenos fluidos hidráulicos llevan incorporados aditivos antioxidantes con el fin de retardar al máximo este efecto.Estos aditivos se interponen entre las superficies metálicas y el agua.Un fluido hidráulico, además de presentar una gran resistencia a oxidarse, debe poseer cualidades protectoras para el sistema.El fluido deberá proteger de la corrosión al acero y a los metales amarillos (latón, bronce) que pudiera tener el sistema, así como su inercia frente a los materiales sellantes (juntas), manguitos y latiguillos.Un contenido en agua, en emulsión estable, del 0,3 al 0,5 %, puede ser crítico para el sistema y se deberá proceder a su eliminación.Existen diversas pruebas sobre las características que debe presentar un fluido frente a un filtro.La filtrabilidad es la capacidad o facilidad que presenta un fluido a ser filtrado.En Europa, se utilizan principalmente las normas DIN 51524 para la clasificación de los aceites hidráulicos modernos.Según la norma hay las siguientes categorías: H, HL, HLP y HVLP.
Representación de la Viscosidad.
Viscocimetro de caída de bola.