Ingresó en el Conservatorio de París en 1889, estudiando con Albert Lavignac, Theodore Dubois, Jules Massenet, y Gabriel Fauré.
Sus obras más famosos son hoy La tragédie de Salome y el Salmo XLVII.
El especialmente buen Quinteto con piano en si menor, escrito en 1908, ayudó a establecer su reputación.
Entre 1929 y 1939 trabajó como crítico musical para Le Temps, papel en que desató considerable controversia, no menos por su indiscreto hábito de gritar sus veredictos en su asiento en el pasillo; el editor de música Huegel llegó a llamarlo "un loco irresponsable".
Siendo uno de los compositores franceses más interpretados en el período entre las dos guerras mundiales, cayó luego en la oscuridad, aunque continuó escribiendo música hasta el fin.