El agente etiológico es la bacteria Bartonella quintana y el vector es el piojo humano Pediculus humanus corporis.
Bartonella quintana es transmitida por la contaminación de una herida en la piel con las heces del piojo humano.
El inicio de síntomas es brusco con fiebre alta, cefalea, dolor al movimiento ocular, mialgias en piernas y espalda e hiperestesias en la cara anterior de piernas.
Los casos letales son excepcionales, e incluso en la Primera Guerra Mundial no se atribuyó ninguna muerte a la enfermedad.
El diagnóstico diferencial incluye tifus, ehrliquiosis, leptospirosis, enfermedad de Lyme y exantemas causados por virus (sarampión, rubéola, etc.).