Esta edición del festival está pensada para celebrarse con una cierta normalidad ya que se prevé que para finales de año una gran cantidad de población esté vacunada.
Será la octava vez que el concurso se realice en el país ganador del año anterior.
La fábrica permaneció inactiva hasta 2005, cuando todos los edificios fueron demolidos y sustituidos por un proyecto cultural de gran envergadura diseñado por el arquitecto Jean Nouvel.
Dentro del auditorio podemos encontrar una atmósfera cálida y orgánica en contraste con el aspecto más bien futurista de su exterior.
El nombre del recinto vincula la música, un arte que es capaz de tocar nuestras almas y las une en cada concierto, en este caso unirá (con suerte) a una veintena de países europeos en su representación eurovisiva.
La jefa de delegación francesa, Alexandra Redde-Amiel, había declarado anteriormente que France Télévisions deseaba acoger el concurso.
Tres son las inspiraciones básicas de este magnífico logotipo, la imaginación, las navidades, fechas en las que celebrará el festival, y París, con la Torre Eiffel como protagonista.
Desde Julio Verne hasta el astronauta Thomas Pesquet (ambos franceses, por supuesto), el cohete siempre ha sido una forma de tocar las estrellas y representar la imaginación.
La idea inicial es vender aproximadamente unas 3.250 entradas, de las cuales 1.000 irían destinadas para el público situado en la pista frente al escenario, mientras que las restantes serán para las personas que se sentarán en las gradas.
Además, deben acreditar competencia lingüística bilingüe en inglés y francés, aunque también se necesitan personas trilingües que dominen los idiomas de los países participantes, los cuales se encargarán de acompañar a las respectivas delegaciones.
Como es habitual, la inscripción es totalmente voluntaria, siendo conscientes que su labor no percibirá ninguna remuneración y cuyo único fin es poder enriquecer el propio currículum al formar parte de un gran evento de tales características.
Mientras que el sábado 11 de diciembre todos los voluntarios deberán asistir a una reunión informativa conjunta.
[19] La obertura de la gala correrá a cargo del dueto Ofenbach,[20] que realizará el tradicional “Flag Parade” con un remix que nararrá los últimos 50 años de la música francesa y sus grandes éxitos comerciales y melódicos.
César Laurent de Rumel y Dorian Lauduique se conocieron en la escuela (asistieron a la misma universidad) e inmediatamente compartieron la pasión por la música.
El programa contará con dos actuaciones muy especiales, por un lado Valentina dirá adiós a su reinado eurovisivo con una versión de lo más navideña de su “J’Imagine” que le llevó al triunfo en Varsovia el año pasado.
El tema se llamará “Imagine” y será estrenado en plataformas digitales el próximo 19 de noviembre.