Su savia contiene un látex rico en ésteres sumamente tóxicos, y es venenosa tanto fresca como seca, en especial en contacto con el torrente sanguíneo.
La savia de E. helioscopia es intensamente tóxica, como protección contra los predadores naturales; contiene varios ésteres del 12-deoxiforbol, de los cuales el más concentrado y tóxico es 12-deoxiforbol-13-fenilacetato-20-acetato.
Experimentalmente se ha utilizado en la industria farmacéutica, y como potencial alternativa natural para la producción de goma en regiones templadas donde las fuentes tradicionales no pueden cultivarse.
Euphorbia helioscopia fue descrita por Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum 1: 459.
[1] Euphorbia: nombre genérico que deriva del médico griego del rey Juba II de Mauritania (52 a 50 a. C. - 23), Euphorbus, en su honor – o en alusión a su gran vientre – ya que usaba médicamente Euphorbia resinifera.