Pérez aprendió lo fundamental del baloncesto en el club Argentino de Pergamino.
Se destacó como anotador, alcanzando un promedio de 13.6 puntos por partido que hacia la tercera temporada había incrementado a 19.9.
[1] El episodio desencadenó un pleito judicial por parte del Obradoiro que duró varios años, y que incluyó, entre otras cosas, una condena a prisión en suspenso por dos años contra Pérez en 1993, bajo la imputación de haber falsificado documentación pública.
Su promedio de 20.7 puntos por partido demostró que, pese a todos los percances, no había perdido su nivel en el juego.
Pérez volvió a Mar del Plata pero fue fichado por Quilmes, el gran rival de Peñarol.
A principios de 2011, luego de que se instalara el rumor que Pérez ficharía con El Nacional Monte Hermoso, el alero se incorporó a Hispano Americano para jugar los playoffs de la Liga B, la tercera categoría del baloncesto profesional argentino.
Un año después nuevamente Pérez, ya próximo a cumplir los 46 años, se reincorporó a Hispano Americano para jugar el tramo final del Torneo Federal de Básquetbol y lograr el tan ansiado ascenso a la siguiente categoría[5] (objetivo que finalmente no se cumplió).