Los musulmanes se refieren a ellas como «Madres de los Creyentes» (en árabe: أم ٱلْمُؤْمِنِين, romanizado: Umm al-Muʼminin).
Estos términos derivan del texto coránico:[1] «El Profeta está más cerca de los creyentes que ellos mismos, y sus esposas son [como] sus madres».
La virginidad femenina y masculina en el momento del matrimonio se destacaba como un honor tribal.
[8] Entre las tribus paganas, el hombre podía tener tantas mujeres como pudiera mantener pero Allah limitó el número máximo de esposas a cuatro.
Con la excepción de Aisha, Mahoma sólo se casó con viudas, divorciadas o cautivas.
Su primer matrimonio sería feliz y monógamo, Mahoma confiaría en Jadiya de muchas maneras hasta su muerte, 25 años después.
Durante su matrimonio, Jadiya compró al esclavo Zayd ibn Harithah y luego lo adoptó como su hijo a petición de Mahoma.
[2] Antes de migrar hacia Medina, Khawlah bint Hakim sugirió a Mahoma que se casara con Sawda bint Zam'a, que había sufrido muchas dificultades después de convertirse en musulmana.