El esparto es una planta del Mediterráneo Occidental, de distribución íbero-magrebí, es decir, su área se extiende por las zonas más áridas de la península ibérica (especialmente el sureste y levante, con grandes poblaciones en Andalucía oriental, Castilla-La Mancha, Murcia, sur de Madrid, Alicante e Ibiza, esporádica en sur Cataluña) y por el Magreb, sobre todo por las altas mesetas previas al desierto del Sahara.Ya en periodo histórico, el esparto hispánico era muy apreciado para la elaboración de sogas y cordelería en los navíos que surcaban el Mediterráneo.Según Plinio y otros historiadores romanos, éstos comenzaron a utilizar el esparto tras las Guerras Púnicas.Las principales zonas productoras han sido el sureste de la península ibérica, conocido como Campus Spartarius durante el Imperio Romano y las altas mesetas magrebíes que se sitúan entre el Atlas Teliano y el Atlas Sahariano, donde se localiza el "mar de esparto" argelino.El esparto se recolecta en verano, arrancándolo con un bastoncillo terminado en una pequeña porra, llamado palillo, talí o talisa.Sus hojas filiformes, duras y tenaces, enrolladas cilíndricamente, se usan como fuente de fibras para la industria papelera.Con los "viejos" espartos muertos que quedan bajo la atocha se hacían antorchas, llamadas hachos en La Mancha, y colmenas.El esparto crudo se utiliza en cestería para la elaboración del trenzado conocido como "pleita" o "lata" según comarcas.Con la pleita se hacen cestos, serones, aguaderas, esteras, baleos, garrafas forradas, etc.Otra técnica de trabajo del esparto crudo es el "esparto enredado" o "punto de capacho", en esta técnica se van trenzando tres ramales, dejando siempre uno suelto que luego sirve para unirse al resto, de forma que no necesita coserse, se obtienen así los cofines o capachas que se empleaban en las almazaras para contener la pasta de la aceituna y las caracoleras o cachuleras que se emplean en el sureste ibérico para coger caracoles.