Ermita de San Atilano (Zamora)

[1]​ La ermita desaparece en el siglo XVIII y se integra en el recién construido cementerio homónimo.La ermita surge de la actuación del obispo de Zamora, San Atilano antes de una peregrinación a Jerusalén en la que al abandonar la ciudad y pasar por el puente de Olivares arroja su anillo al río Duero.Al regresar a la ciudad, tras varios años de viajes de peregrinación, estando extramuros y muy cerca de la ciudad, decide alojarse en una hospedería San Vicente de Cornú y preparar un pescado para comer.Cuando lo preparan se encuentran el anillo arrojado años antes.[2]​ Con el tiempo la hospedería se convirtió en una ermita en honor al Santo.