A pesar de iniciar su actividad profesional en el mundo del periodismo, decide abandonar esa carrera a favor de la interpretación ingresando en las Compañía de Francisco Pierrá y Amparo Martí.
Allí nacería su hija, Ana Diosdado fruto de su primer matrimonio con Isabel Gisbert y se casaría en segundas nupcias con la actriz Amelia de la Torre con la que tendría otro hijo, llamado también Enrique Álvarez Diosdado.
[2] Más tarde formaría Compañía propia junto a su esposa, poniendo en escena numerosas obras, entre la que destaca una versión de ¿Quién teme a Virginia Woolf?
Su labor teatral la compagina con su carrera cinematográfica que incluye títulos como Viento del norte (1954), de Antonio Momplet, El sol sale todos los días (1955), de Antonio del Amo, Un ángel pasó por Brooklyn (1957), de Ladislao Vajda, A las cinco de la tarde (1960), de Juan Antonio Bardem.
Continuó trabajando en los escenarios hasta que la enfermedad le impidió hacerlo, siendo sus últimas interpretaciones las realizadas en las obras La Malquerida, de Jacinto Benavente y Manos sucias, de Jean-Paul Sartre, ambas en 1977.