Esta familia se concentra en Eurasia y en el borde sur de África del Norte.
Dos géneros, Dysdera y Harpactea, son particularmente ricos en especies.
Sus quelas son relativamente grandes para su tamaño, adecuadas para su dieta especializada en la captura de Oniscidea.
El veneno es irrelevante en humanos, pero al tener quelas grandes y afiladas, su picadura es dolorosa.
En cualquier caso no son animales agresivos, y si se les da la oportunidad, intentarán huir de la amenaza humana o permanecer inmóviles tratando de pasar desapercibidos.