Domenico Puligo

[1]​ Años más tarde, Giorgio Vasari escribió la biografía de este artista en Le vite de' più eccellenti pittori, scultori e architettori.

Durante su juventud ingresó en el taller de Ridolfo Ghirlandaio, un modesto maestro que transmitió a Puligo su espíritu conservador.

Según Vasari, en este tiempo fue invitado en varias ocasiones a que pintara cuadros en Hungría y en España, lo cual rehusó reiteradamente.

En esta etapa de su vida trabajaba bajo su supervisión y realizó algunas obras pictóricas para varios mecenas de Florencia, como el cuadro titulado Nuestra Señora para el señor Agnolo Della Stufa.

[5]​ De acuerdo a Vasari, «...si Domenico se hubiera dedicado más al arte y menos a los placeres mundanos, hubiera sido aún mejor pintor».

Retrato de Pietro Carnesecchi por Domenico Puligo.