En 1896 con su compatriota Igor Grabar fue a estudiar al taller privado de Anton Ažbe en Múnich.
Explorador de numerosos estilos, pero sobre todo del impresionismo y el modernismo, se decantó más por la pintura figurativa que por la experimentación formal, y desde 1902 ilustró clásicos de la literatura rusa y se incursionó en la caricatura en publicaciones satíricas como Zhupel o Adskaya Pochta.
Gran admirador de Mijaíl Vrúbel, organizó su retrospectiva en 1912.
Tras la Revolución Rusa (1917) se quedó en Moscú, donde fue un famoso escenógrafo.
Asimismo trabajó como profesor de pintura en varias instituciones.