Dmitri Beliáyev

Tras diez generaciones, a través de las cuales iba liberando los zorros que mostrasen un mayor miedo hacia los humanos, se pudo observar que los zorros habían cambiado perceptiblemente su comportamiento y aspecto.Algunos avanzaban ya hasta el punto de mover la cola y lamer las manos para demostrar su afecto hacia los hombres.Fisiológicamente, los zorros mostraban manchas en la piel, un oído relativamente más débil, y un encrespamiento de sus colas.En 1982, Nikolái Dubinin y Beliáyev estudiaron la base genética de la individualidad humana en diferentes poblaciones.Konstantin Zinich, escultor (Krasnoyarsk): "La filosofía de tocar un zorro y un hombre es el acercamiento, la bondad, no hay agresión del zorro - era salvaje, y lo hizo genéticamente domesticado".