Dioses de Egipto
La película está protagonizada por Nikolaj Coster-Waldau, Brenton Thwaites, Gerard Butler, Chadwick Boseman, Elodie Yung y Geoffrey Rush.El reparto racial y étnico de la película, que trata sobre antiguas deidades egipcias, generó mucha polémica y críticas debido a la mayoría blanca del elenco de la película y dio lugar a que muchos consideraran a la película un ejemplo de blanqueamiento cinematográfico.Ambos logran escapar pero Urshu impacta a Zaya justo en el corazón con una flecha, matándola.Horus acepta y recupera su ojo pero Zaya parte con Anubis al más allá pero sin ninguna riqueza que dar para la balanza.La situación parece calma, hasta que irrumpen en escena dos jinetes enviados de Set.Una vez que lograron convencer al dios, los cuatro partieron hacia la pirámide, donde con la ayuda de Toth lograron resolver el enigma de la esfinge y por consiguiente, ingresar a la pirámide.Con esta fuerza, Set sube al cielo para derrotar a Ra y robar su lanza, teniendo éxito.Sobre la cima de ese pilar, Set se encontraba invocando a Apofis, hasta que fue interrumpido por Horus iniciándose el combate.Set apalea a Horus, hasta que Bek consigue captar su atención.Esta acción permitió que Horus finalmente ascienda como dios, yendo nuevamente tras Set.Dioses de Egipto está dirigida por Alex Proyas, quien coescribió la película con Matt Sazama y Burk Sharpless.[2] Gerard Butler, Geoffrey Rush, y Brenton Thwaites fueron incluidos al reparto a finales de 2013.[3] Chadwick Boseman y Elodie Yung fueron incluidos al reparto a inicios de 2014.Docklands Studios Melbourne fue demasiado reservado para realizar la película, y a los productores se les ofreció una instalación aeroportuaria para la producción.El año anterior, la epopeya bíblica Exodus: Gods and Kings, del director Ridley Scott recibió un similar duro contragolpe por tener un elenco blanco.[11][12] Soraya Nadia McDonald, de The Washington Post, también intentó desacreditar el reparto utilizado en Gods of Egypt y dijo que Lionsgate dio a conocer los pósteres en un momento desafortunado.