Despertares

La película relata la historia del doctor Malcolm Sayer (Robin Williams), un médico que durante toda su carrera se ha dedicado a la experimentación con lombrices.

Los problemas aparecen de nuevo cuando Leonard, el primer paciente tratado con L-dopa, vuelve a desarrollar los síntomas de la enfermedad, y tanto el doctor como sus pacientes y sus familiares se ven profundamente afectados.

Esto lo expresa, fundamentalmente, brindándoles una gran contención, ya no sólo desde un punto de vista meramente médico, sino también humano.

Otro punto importante para resaltar es que la típica asimetría en estos tipos de relación se ve disminuida, ya que el doctor "sana", aunque sea por un tiempo, las afecciones físicas de sus pacientes, pero éstos, a su vez, sanan las afecciones psicológicas de su médico, aunque no sean conscientes de ello, al ayudarlo a mantener relaciones interpersonales donde se intercambian sentimientos profundos, punto en el cual, como mencionamos anteriormente, este presentaba serias dificultades.

El final de la película es la escena en la que el doctor Sayer ve las grabaciones de su paciente Leonard cuando se encuentra en estado catatónico, su progreso, mejoría y cómo va regresando al mismo estado del cual se despertó.

El doctor Sayer y su equipo siguieron buscando la forma de ayudar a los pacientes con problemas pos-encefálicos pero no pudieron volver a experimentar lo mismo que en el verano de 1969.

Según se relata en la película Despertares, siguieron trabajando en el Bronx, en el hospital psiquiátrico, ayudando y tratando de "despertar" a más enfermos, no con fármacos sino con esfuerzo y sacrificio.

Oliver Sacks, escritor del libro en el que se basó la película.