[5] La fundación de la nueva academia militar en West Point en 1802 fue importante para el crecimiento futuro del ejército estadounidense.
El Congreso reglamentó detalladamente los asuntos de cada oficina, y sus jefes buscaron apoyo en ese cuerpo.
[10] Durante la reconstrucción, esta oficina desempeñó un papel importante en el apoyo a los nuevos gobiernos republicanos en los estados del sur.
Este conflicto demostró la necesidad de un control más efectivo sobre el departamento y sus oficinas.
El secretario Taft ejerció poco poder, ya que el presidente Theodore Roosevelt tomó las principales decisiones.
El personal general les ayudó en sus esfuerzos por racionalizar la organización del ejército en la línea moderna y en la supervisión de las oficinas.
[14] Durante la Segunda Guerra Mundial, el general George Marshall asesoró principalmente al presidente Franklin D. Roosevelt sobre la estrategia militar y dedicó poco esfuerzo a actuar como gerente general del Departamento de Guerra.
Muchas agencias fragmentaron la autoridad, cargando al jefe de personal con demasiados detalles, haciendo que todo el Departamento de Guerra esté mal orientado hacia la dirección del ejército en una guerra global.
Dividió al Ejército de los Estados Unidos en tres componentes autónomos para llevar a cabo las operaciones del Departamento de Guerra: fuerzas terrestres del ejército (que entrenaron tropas terrestres); las fuerzas aéreas del ejército (que se desarrollaron como un brazo aéreo independiente); y los servicios de suministro (más tarde fuerzas de servicio del ejército; que dirigieron las operaciones administrativas y logísticas).
Actualmente se lo denomina Edificio de la Oficina Ejecutiva Eisenhower y está catalogado como Monumento Histórico Nacional.
Finalmente, dicho edificio fue transferido al Departamento de Estado, siendo su sede hasta la actualidad.