Una demarcación de cable es una subdivisión administrativa del territorio español en que una empresa de telecomunicaciones puede prestar servicio de cable, como acceso a Internet (HFC) o televisión por suscripción (CATV).
En el proceso de liberalización del mercado español de las telecomunicaciones, se adjudicó el permiso para la prestación de este servicio a Telefónica Cable, de manera automática, y en todo el país (pero con una moratoria inicial), y se sacaron a concurso licencias adicionales para que otras empresas compitieran con el ex monopolio.
Esta forma de apertura del mercado llevó a que algunas demarcaciones de gran interés (como Madrid o Barcelona) fueran duramente disputadas entre empresas mientras que otras quedaron desiertas.