Creció en una época en que el régimen militarista del Japón estaba conduciendo a la nación inexorablemente hacia la guerra.
En 1937, año en que las fuertes hostilidades entre el Japón y la China culminaron en la conflagración entre ambos países, el hermano mayor de Ikeda fue enviado al frente de batalla, y luego, al tiempo, otro tanto sucedió con tres hermanos más.
Su hermano Kiichi pereció en la guerra, pero la manera en que había expresado su disgusto ante el trato que los militares japoneses le daban al pueblo chino se grabó de manera indeleble en el corazón de Ikeda.
Cuando Ikeda era un joven adolescente en la década de 1940, el Japón entró en la Segunda Guerra Mundial.
Por ese entonces, la China era aún considerada una nación enemiga por mucha gente en Japón y se encontraba aislada dentro de la comunidad internacional.
Muchos de sus encuentros han sido publicados como diálogos en colaboración, en que ambos interlocutores buscan un terreno en común sobre diversos temas: historia, economía, paz, astronomía y medicina, por mencionar solo algunos.
Las propuestas ilustran a menudo la importancia crucial del diálogo, como medio para superar el estancamiento de graves cuestiones globales.
Ikeda se ha dedicado sin descanso a propagar ese mensaje alrededor del globo, despertando la conciencia pública y construyendo un movimiento popular dedicado a la abolición de esas armas absolutamente inhumanas.
Al año siguiente, dio una conferencia en la Universidad Estatal de Moscú, titulada “Una nueva ruta hacia el intercambio cultural entre Oriente y Occidente”.
En la misma ocasión, aceptó un doctorado honorario conferido por esa casa de estudios superiores.
Sus disertaciones sobre temas como la educación, el intercambio cultural y la paz están sustentadas en la perspectiva budista y toman siempre en consideración el particular contexto cultural, intelectual e histórico del país en que se llevan a cabo.
Hasta la fecha, Ikeda ha sido distinguido con unos trescientos doctorados y profesorados honorarios, otorgados por instituciones de todo el orbe.
Sus escritos sobre la paz se emplean regularmente en carreras de nivel universitario, en países tan diversos como la Argentina y los Estados Unidos.