Se considera una especie amenazada, figurando en la lista roja de la UICN.
[1] Su descubrimiento en estado salvaje fue en Cachemira por William Griffith en 1848, que erróneamente lo llamó Cupressus pendula.
Más tarde el botánico británico John Forbes Royle lo llamó Cupressus cashmeriana o Ciprés de Cachemira, que es el nombre popularmente conocido.
Lamentablemente por su misma distribución parecido aspecto y nombre la confusión es inevitable con la especie Cupressus torulosa (conocido como Ciprés de Himalaya).
También se utiliza como planta ornamental por la belleza de su follaje color azul verdoso brillante.